lunes, 10 de marzo de 2008

dosmil mordiscos.

no dejarme llevar y mantener los pies en la tierra hasta el último momento. es como sentir un vuelo perdido en un instante; de puntillas, intentando rozar el cielo con la yema de mis dedos, casi sin quererlo. elevarme en un segundo y temer a la caída. vértigo.

..haciendo pactos infinitos con el suelo.